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Brisa

 La sensación de volver a desear quedarme, reconociendo la confortabilidad de todo su armamento, para dormir, y descansar, y descansar. Descansar bien y poder volverme a dormir fácilmente. Despertar sin el desparpajo de las duda y del miedo. Volver a dormir sin prisa. El mojito endulzando mis ideas y tu boca pudiendo dibujarlas. La ropa holgada, siendo flameada por la brisa de todas las noches. Tu brazo dibujado, los míos adornados. La confianza danzaba con los duendes de la templanza, nos dicen. El tiempo pasa y no me alcanza ni mil palabras para entender como debo, ahora, configurar todas mis opciones. Otra vez.          OTRA VEZ. La noche se apaga, mientras sale el sol. Caen las primeras gotas de lluvia, que me moja nuevamente para advertirme esta vez, que POR FAVOR, que la sienta esta vez, que la sienta y la escuche: "Aurora, despertate, estás soñando".

qu

el olor a leña intermitente el pueblo desolado las calles, desiertas el agua de la laguna nunca estuvo tan quieta - pienso- con la certeza de saberla inalterable ningún transeúnte murmulla todos duermen qué analogía, el vacío de estas calles y de las mías pedaleo más rápido, me pierdo entre las nubes que se pasean entre ellas muy velozmente miro mis pies, descanso  acelero, pues puede aparecer algún policía porque ya no se puede caminar porque ya no se puede mirar ya no se puede tocar ni oler ni rosar ni apretar ni abrazar ni latir porque ya no se puede sentir

Restos

se me caen todas las preguntas cuando pienso en tu ternura se me caen, te digo las veo, una a una de a dos de a seis de a muchas indeseable interrogatorio, es qué tortura pensar en tu voz recorriéndome apareciendo despacio por la curvatura de mis pestañas escurriéndose por toda la cara terminando en el final del lóbulo de mi oreja ay... qué suplicio ese pellizco que me arrojó al agua que me calma y me esconde en tu sombra animal me dejaste todos los restos de todo lo que necesitaste de mí, y de vos de mí, como espejo tuyo y yo, y yo que me cargo de más preguntas que aúllan, que ladran dentro de mi ser ¿qué estoy diciendo? ¿no ves? no dejo de pensar... y pregunto          menos mal... por estas preguntas es que escribo,  y no ceso de hacerlo y reconozco que regocijo -un poco- de que suceda así Tal vez, y tal vez sólo un consejo ¡no! una advertencia no nos distraigamos sólo por el ego del placer es que sabés, que si respiramos a centímetros de distancia nos embriagamos  de vos, de mí de

Las nubes se pierden

El error que no elegí, o sí. El miedo que me despierta, me obliga a levantar las pestañas, y abrir los ojos a un nuevo mundo, que creí no desearlo nunca. Pero acá está; y acá estoy, inmersa en un mar del hiel. Viendo tu sonrisa que despega y se aleja, que se pierde entre las nubes. En ésas que más de una vez nos colgamos mirando y nos dormimos.  Entonces mi corazón latía. Pero hoy, ya hasta su sombra se frizza cuando intenta latir. La mañana arde, mi pecho se abre, será hasta mañana.

Avistaje

La distancia como ésta, despierta mi fantasía y contraria el malestar. Inocente, te abrazo, cada vez que te palpo en mis sueños Caí otra vez (lo mismo de siempre) Inocente, el abrazo ¿Dónde estoy? Nos busco en el espejo antigüo de tu habitación (hace rato que no tengo espejo), y pienso, que en verdad nunca comprendí la gracia que te apaña, significante cuya esencia desconozco.

Falsa transformación

Me llamé al mar, todos los sonidos me llamaron al mar, hasta mi propio peso así me lo indicó. El valor una vez más para sumergirme allí, sin imprudencias, sin respuestas, tumbándome y dejando desplomarme en peso muerto al agua  y procurar sobrevivir. Agarré una hoja que encontré, muy escondida debajo de una roca y escribí para no olvidar: "todos los pensamientos fueron error, todos los errores me nacieron, me abrieron de par en par y me alejaron de allí". Eludir de otros pensamientos, de otros ojos, de los perfumes hipnóticos para poder empezar a saberme. A saberme en compañía de mis ojos, del perfume de mis flores, de los pesos de mis libros. Si me hunde algo, que me hundan las ideas de estos libros, dije.  Fue aquella forma (el sol quizás) la que dibujó aquel paisaje sobre esas vías, fue el aroma de aquellos jazmines los que nos cautivó. Ni tu falsa autoestima, ni mi escasa verdad quisieron juntarnos. Ubicarnos ahí, sólo fue el punto central de la transformación. Era inevit

Mirarnos desarmadxs

 Los huesos que quedaron, aún tibios, me preguntan ¿cuál es el temor? El temor es que ningún argumento haya sido válido Que la naturaleza de mi lívido haya sido lo suficientemente tenaz para encenderlo todo, una y otra vez Fue tal vez, una carrera en el tiempo donde el no juzgarnos fue una de las condiciones ¿Condiciones? ¿Qué diferencia una condición de una decisión cuando ninguna de las dos de rompió? ¿Acaso siempre fue así? ¿Acaso todo se inicia cuando ponemos las reglas? ¿Cuando nos decidimos? ¿O es antes? ¿O es recién ahora? Nos exploramos en todas las facetas del auto conocimiento, nos volvimos feroces de la libertad Aprendí a prestar atención a cada uno de los aprendizajes De la lealtad De lo absurdo De lo irascible que podía llegar a ser no verte, y de lo que eso provocaba en mi piel De la protección De la desprotección de nuestras palabras que no hirieron, que no punzaron adrede  Simplemente no supieron cómo decirse entre ellas mismas De la clara visión de nuestras almas Sólo

Colgada en tu pared

Aquellas flores que te olvidaste que nos hicieron reir hasta no poder ver la luz las deformó. Mientras tanto y mientras tanto, en el sillón seguimos entrando los dos 

Yéndome

Para no caer en la misma charla Para no coincidir Para no sugerirnos Para no enlazar el hilo invisible que conecta mi pupila a la tuya Para no preguntarnos porqué Para no poder Para no, no poder (cuando siempre podemos) O queremos. Para no quemarnos la piel Para no poder protegernos Para no preguntarnos porqué, otra vez Para no ser obvios Para no suspirarnos de tan cerca Para que no estalle mi cuerpo (cuando eso pase) Para no aprisionar el paso Para que no me presione el pecho Hay tantos latidos aquí... y sin embargo tengo un sinfín para tí, y sin embargo, los quiero todos para mí, pues mi Yo debe ser la única opción...                               afuera prevalece un tiempo que ya se fue.

El traje del horror

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Volviéndome abruptamente invisible, retrocedí en el tiempo y entré en la caverna del terror. Busqué luz y encontré horror. Busqué piel y sólo hallé sangre. Todos los vientos me direccionaban hacia lo peor, a un paseo, hacia una muerte segura. Tuve miedo y aún lo tengo. Soy unidad que se divide y se mantiene en la sombra. Los hechos no me dejan mentir, tampoco el crepúsculo, tampoco el eco que emerge desde mi urgencia, tampoco la sangre que encontré a cambio de piel. Sólo estos huesos pueden borrar las huellas que no se borran, aquellas que me conducen al pasado y saben calcarme en este presente, que se enciende y me duele. Porque ya no estoy. Ya no estamos. Ya no estás. Todo se volvió infierno y se desgradó. Se volvió costumbre y me habitué. Ya mi miedo es el después. ¡¿Y el después?! La incógnita más compleja yace en estos pies. Y, sin embargo, camino. Aunque a veces, o casi siempre, sea por puro instinto. # Alejandro Di Donato # Gimena Artacho # Microfibra sobre

La piedra en la caverna

Una vez más, las aguas inquietantes me arrojan al centro, una vez más me envuelven en mis sombras. Une bien sabe cuál faro debe direccionarnos, une sabe cuando las nubes se acercan y lloverá mucho. Y lloverá por siempre. Bien sé que este camino tiene como fin una muerte segura. Una de las tantas que ya ví, sólo que ésta, no se asemeja a ninguna otra, Me pregunto de nuevo ¿cuánto durará este paseo? ¿cuántos más de éstos habrá? ¿cuántos de éstos evité y así y todo, caí? ¿a cuántos más debemos ir a por ellos? Sólo por la adrenalina que me produce sentir todos los azotes es que tengo el deber de convertir todas estas piedras en palabras. Sólo por aquella sensación, y no por otra. La que me asusta, la que me molesta, la que me entiende, la que me hace cosquillas en los dedos del los pies al dormir por la noche, la que me hunde el pecho con mil kilos de tosca, la que me electrocuta el corazón y lo hace acelerar. Y es ese acelere - y también el desacelere - el que me hace volver a la caverna.

Bálsamo

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a través de tus recuerdos, los aromas de la reflexión a través de tus recuerdos, un intervalo en el medio del espacio a través de tí, todo el misterio y fuego a través de nosotres, eso que oímos y no queremos, o sí, eso que elegimos pero no, eso que hace pendiente todas mis búsquedas más profundas, el silencio más sutil es eso lo que oímos el silencio que me habla que dice y que no cesa de apabullar, es eso lo que oigo la reflexión, en el medio del espacio, hacen eco de este gran misterio, que en realidad nunca lo fue, ni vos ni yo, ni todo este fuego que nos encendió sos el bálsamo  de todas mis inquietudes

ni puntos ni comas

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intenté desplegar en este indague buscando en mí, toqué fondo hice de este vacío un mecanismo cotidiano constante arduo hice de mis despertares completas confusiones borradores en mis cuadernos llenos de garabatos que no me dejan ver lo artificial de lo real queriendo ya la completud queriendo ya las respuestas a todos mis temblores me observé me escuché y para hacerlo tuve que hundirme y par ti r m  e y me quedé con esta parte sólo con esta parte la que contempla pero no dilucida y así, en el seguir mirando(me) mi colchón ya se volvió lágrima me hundo en mis ojos éste colchón se agiganta y me hunde los ojos unos que ya no ven unos que ya no parpadean pues ni la mejor de todas las luces de las luciérnagas podrían iluminarlos por completo

Fogatas para escribir, y volver a encender

Su forma era parecida a la del fuego, sus manos largas flameaban en el fuerte viento como grandes llamaradas. Al principio, cuando ellas intentaban sujetarme, no lograban otra cosa que convertir ese manipuleo, en un hecho únicamente erubescente para mí. Luego de ya sucedido un tiempo, aquellas flamas sólo lograban invisibilizar los límites entre nuestros cuerpos. Éstos, enormes destellos de magia y sabiduría, metáfora del encendernos para tirar a la quimera y hacer cenizas todos los disfraces. La inminencia del ferbor se grababa a máxima temperatura, día a día, noche tras noche. Sale el sol, ya es de día. Tiemblo de sólo pensar en los momentos previos al desayuno... nuestros cuerpos, ya cadáveres, no son otra cosa sino que las ascuas de la penumbra. El tiempo siguió sucediéndose, y esta lumbre ya no es fácil de contender. Pues su forma crece, ahora ya sus pies también son de fuego, también su boca, también su pelo, también su aura. ¿Qué clases de miedos son, los que hacen de su cue

Noches de silencio

No dejarnos engañar, pues el silencio ya está aquí. Pasó por al lado mío y me rodeó. Ágil y ligero. Tan rápido fue, que desprevenida y entera, me desvistió. Hay una continuidad en sus pasos. - Ésto ya había pasado - pienso.                          ¿Lo oíste esta noche? Cuando quiere hacerse sentir, aturde, eso hay que reconocerlo. Vasto y despoblado, se me acerca y me cierra los ojos; me duerme. Hijo de todos los astros. El que rige e ilumina. Nos empapa de incertidumbre y me deshecha. No hacer de la distancia un alarde, escribo.                         ¿Es ésta la marca del desorden que nos une?

Es

Es, este nuevo compartir, que enciende la hoguera Es, esta gran libertad, la adquisición más secreta. Fórmula esotérica, que te embruja hasta el alba . Lo repito mil veces y se vuelve más profundo. Tal vez ése, sea el secreto de la real seducción. Alcanzar el escalón más lejano,  siendo ése, el más próximo. Ése que llegamos y cruzamos. Ése que vimos cómo su superficie se volvía nudo. Así nace la orilla,  allí se acerca... Es el regreso de su entorno, que me hacen entibiecer, son las líneas que nos dibujan poco a poco. Tu desmemoriado sentir, y mi entrega misteriosa. Voluble necesidad, y perder el pudor de desear (me).

Velo de silencio

El encuentro La contemplación de todos los lenguajes del sonido Celebración de la quietud que no inquieta que no incomoda             que me alimenta                       me reposa.

Ejercicio de las libertades

La incesante agonía de no poder estar permaneciendo ni aquí ni allí. La profunda confusión de no ser más el cuerpo que solía pensar como lo hacía antes.  La continua necesidad de seguir dudando. Esta duda que no quiebra, esta pregunta que apenas a remota distancia puedo palpar. Una vez más me acerco al espejo y pregunto cuánta exposición basta para darme cuenta que. por más que haga como si nada sucediera, la madera se sigue tallando con la misma intensidad que los cazadores talan los árboles. Éste es el bosque que me protege, hacedor de todos los fuegos que me saben encender. Inicio el camino de la intuición, barro una a una todas las cenizas que supieron teñirme de gris. ¿Cómo no me había dado cuenta? Es, en el centro de esa hoguera dónde guardo todos los impulsos. ¡¿Cómo no me había dado cuenta?! Es, este hacer, el ejercicio de todas las libertades.

Decir

¿Dónde están los límites del decir? Si puedo hacerlo Digo, a través de estas líneas digo Te dibujo entero Mis manos que me escuchan y se disponen a unir trazos hasta lograr desmembrar esta nueva doctrina que me quiere habitar Escribo por plegaria y por pasión Esta pluralidad de sin sentidos me invita a ampliar todos mis deseos (igual que vos) ¿Dónde yace el espacio de lo indecible? ¿Ya está en mí? ¿O ya se deshizo? Máscara que acompaña este cuerpo que no es otra cosa que la promesa de ser una multiplicidad de posibilidades, que no imaginan que no pesan, sólo prometen seguir creciendo dentro de esta libertad . que ya no es un mero sonido, que ya no es una simple energía. Vibrante sustrato que marca y define mi lógica, mi musa, que no expira.

¿Cuántos?

Este juego que empieza y no acaba Vulnerable valor que me enlaza, de pies a cabeza Sogas se asoman de las copas de los árboles se asoman y caen Las sujeto bien fuerte y de nuevo forjan sus nudos más difíciles de desarmar y me atan Siento cómo este hacer me estruja Dedo a dedo Ni la estática sería capaz de moverme de aquí Permanecer Para ser Para dejar de mirar Sólo permanecer y ser Aquí estoy, una vez más Frente a la tangible posibilidad de  perderme cómodamente ¿Cuántos juegos son suficientes para aceptar  que ésta, será siempre, mi condición más primaria?

Cadáver (I)

Se acerca la sudestada y yo pienso Todas las veces que en el blanco algo apareció Como un ciclón que permanece al costado del miedo y se va Después viene y se vuelve a ir Y sentir la vivencia de su mirada en mis pestañas Un animal me observa y lo miro Y me encuentro cerca, pero no me ven Después: "nada de lo que me pega me desvía, todo lo que me pega me conduce" Para que luego, pero no siempre nos arrastre la corriente  (Min)

A ciencia cierta

Cuando estemos rotos Desarmados Cuando el miedo nos robe todas las certezas Cuando veamos el cielo volverse sombra En el fuego En la muerte Y también en las fiestas Nuestra seguridad ineludible de sabernos cerca, siempre Sensación casi invisible pero que ahí está, imborrable Dicha fiel que nos acompaña y que ni siquiera el viento es capaz de volar

La búsqueda de la forma

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Una noche me inventé tantas canciones que me ofrecí la mejor versión. Una versión llena de libertad, de espacios para enriquecer nuestro experimentar. Imposible olvidar esta versión. Aún puedo saborear el gusto a madera dentro de mi boca. Por el vino, digo, y pienso, ¿si acaso fueron esas copas las que nos dibujaron tan libres en esa pared? ¿Qué es este temblor que no te deja escuchar? Es un color que no asume su riqueza, sólo por ser parte de una gran naturaleza. ¿Quién sos en este espacio tan silencioso? ¿Te reconoces solitario? Nuestros labios, enlaces permanentes. Intenté escapar, pero somos sombra de la furia y de la calma. Me seducís en grises, en el temple que tiene nuestro habitar. Me formulo en este simpático adolecer en grises y en distancia La intimidad se derrumbó y la inquietud que se me desgrana entre los dedos Volvamos al comienzo Podemos elegir Siempre podremos hacerlo Quizás, estas marcas son las que me eduquen siempre Qu

Pausa

La forma se detiene para ya no ser de ninguna otra. Pero, ¿y si la otredad se aproxima? Se me apoya en la punta de mi nariz y me mira... casi creyendo que ya no va haber más miedos. Intenta ahuyentar las culpas y las dudas - pero no lo logra - Los pesos (besos) vuelven a posarse en mis píes y me (nos) pregunto ¿Valoramos toda la virtud que tenemos? No nos hundamos más.                                Ya no más.

Siempre desencanto

Entender los nuevos ruidos como hastíos Sabernos penetrarnos hasta el hartazgo y que esté bien Permanecer en esta brisa que poco a poco aprendió a calmarme Acelerarme, no es otra cosa más que los mecanismos de este instante; que me involucran hasta sentir que fue este cansancio, esta turbulencia mental la que me hizo querer escapar de acá Bastó amarte. Bastó, para aprender a mirarme y enseñarme, y sentir, que extrañarte también sacude todas mis heridas. Heridas que fueron lavadas y trasladadas a otros lugares. Lugares nuevos Serenos Que logran paralizarme - otra vez -pero suceden así, y pueden moverme tan fuertemente como el viento a todo un palmeral ¿Qué son estos nuevos pensamientos que caen de mis pestañas? (Los veo caer, pero como si mis manos tuviesen toneladas de escombros arriba... no pueden moverse) ¿Qué es la opacidad de esta pupila que no me deja ver te ? ¿A cuál ruido de todos debo escuchar con más atención? ¿Qué grieta elijo para quebrarme? ¿Cuál salvia paso s
Nuestra seguridad desmedida Nuestros cuerpos como huellas que se derriten como un río Tu sed que queda en mí La piel que desborda la calma

Sembrar la indagación

La total imprudencia de salir a la superficie - o no - O quizás sea todo lo contrario, tal vez el acontecer sea el desmembramiento necesario para la recuperación de la belleza Quizás permanecer, sólo por el hecho de poder hacerlo, es dejar morir la perspectiva Ir, por donde va la intuición -dicen - Voy, como por caminos polarizados besando el cielo, haciendo tangible la oscuridad. Oscuridad que no es tenebrosa porque me acaricia Nuestras aberturas como fachadas que se vuelven dudas, que hacen eco de mi voz Y retumbo Y resueno Y la tierra me recela y el amor me conserva Me impongo, por la fuerza me auto impongo, y espero... Espero no apartar nunca la mirada, anhelo que esta capacidad de ver no se vaya nunca. Que estas capacidades me abracen y se vuelvan ropajes. Ropajes que de tan pesados se conviertan en la piel de mi alma. Que este ruido haga bailar mi deseo siempre, y que esta naturaleza me haga salir a la superficie una vez más.

Mirada

"Podés hacer conmigo todo lo que quieras" , me dijiste. Aceptamos aventurarnos al juego. ¿Experimento? Asustamos al miedo. Nos encendimos fuego en esta hoguera que no arde, no duele Sólo nos cubre de energía y nos tiñe de color rojo Tantas posibilidades como creamos Posibilidades como opciones Opciones como puertas Podemos abrirlas tanto como queramos Podemos quedarnos y marcharnos al mismo tiempo Tu osadía que me vislumbra, me oscurece y me hace temblar, todo a la misma vez. Nos encontramos en el no-tiempo para abrazarnos Somos un cese temporal dentro de toda esta locura Somos la adquisición de la seguridad más bella Tus ojos me distraen ¿Cuántas miradas son suficientes para aprender a mirar? (Sólo bastaba una de ellas para desarmarme) No cabe duda que esta nueva conciencia es la más deliciosa

Supervivencia 1

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Me arde la sed del pálpito Me inquieta la seguridad de tus manos Nuestro sudor que nos arrima a la cima del no-tiempo y un reloj que se paraliza Los libros que se agitan y estudian sin cesar Es desesperante el júbilo de tu voz (Basta) Hoy me oigo Ayer no Pero la gula también me antoja de esta revolución Si me asomo a la verdad que vale la pena... ¿por qué me cuesta tanto tener esta voluntad? Si mis ojos se quiebran cuando dibujan el tallo no tengas miedo Sólo es cuestión de ser precisxs y seguir experimentando Soy tan poco suceptible a limitar que mi cuerpo ya se volvió esqueleto y sobrevivir ahora es mucho más fácil

Exploración

Un alma que cruza y no disfraza Tanto fuego sin cenizas Así llega Como diluvio que no moja Como simas de rocas que se derrumban, pero no lastiman Un puñado de amor sin ausencias Con silencios, pero sin dudas Amor que me llena y me vacía Amor que me place Amor que me conserva Amor que me educa Amor que estalla en mis hombros como un volcán que mu e ve que aquieta mi ritmo y desarma

Final

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Dibujando la luna se estrecha la curva de mi montaña Cantilo de diván que cae y cree y llora y termina Final del absoluto rostro tangible, tieso y absurdo Eterno Impecable Aumento la luz refregando el azulado de tu voz
Un darse sin rendirse Una aturdida obsesión de encontrarnos palpitantes,  luego, el gozo que cabe en un instante

Nuestro estilo

Me detengo para contemplarte y me entrego a las mil palpitaciones que me trajiste tú Miedos profundos que hacen de este recorrido lo más claro que haya visto El descubrimiento de haber encontrado en esta libertad todo el consuelo anhelado Ofrecernos la duda, siempre Perdernos en la sed del desierto Entonar el llanto más precario Contemplarnos en el espacio y sentirnos unx La participación de tus ideales sobre los míos, y que se retroalimenten Destinarnos a un estado de confianza plena Conocernos los pasos y no saber a dónde vamos Pero logramos encontrarnos siempre En nuestras casas en nuestros interiores oscuros o con luz pero siempre encontrarnos.

Recorrido

Inquietudes que nos mueven El desprendimiento de todo lo que no nos hizo nunca saltar El vencimiento de la duda y de la quietud Avanzamos sin preguntar, deteniéndonos en los puntos donde hay que sabe respirar Con mis manos me sujeto fuerte de la cima de todo, del avistamiento de la claridad Empieza a llover Gotas caen como inquietudes que ya no incomodan Quiero quedarme acá Quiero seguir uniendo puntos Haciendo de estos cuerpos todo un mapa, donde los recorridos nos hagan perdernos y en ese despiste podamos encontrar nuestras certezas

Armada

La vida distante Distinta En un instante repleto de mirillas para ver mutar desintegrar Nos armamos de armas para no perder el alma Llegando a la calma (que no puedo ver) pero puedo escuchar El tema que me espera, me abraza y susurra Melodías de almas que desarman que envuelven que entibian Nido en recuperación para sanar para depurar Espejo de infiernos donde fallecen aquellos pequeños y agudos ecos Aparezco y voy, para ser Busco, abro No hay más miedos Nadie me hunde más

Lujo

Somos la red de contención ahora (¿ahora?) No sabemos la durabilidad de este presente No entendemos el disfrute de no contabilizar las emociones, tampoco queremos creer que eso pueda suceder El lujo de la incertidumbre y la tranquilidad de la duda Nos acecha la caladura de todas las formas, nos vislumbra no perdernos más Como música clásica, apaciguamos todas las variaciones del clima Se siguen sucediendo los segundos de otro tiempo
Un entregarse a todos los destinos Sin ligaduras ni desgarramientos

Destiempo

Cuerpos clausurados que gritan Silencios expresados fluctúan Notas a destiempo que no suenan más Frases que dejaron de rimar La falta de coordinación nos bloqueó Mi corporalidad que habló Lloró Se quebrantó Se durmió Y volvió a llorar Pero que acá está hoy El paso del tiempo que parece una ilusión La tierra fresca ya no refresca mi paz
Son los nuevos pensamientos, son los nuevos miedos que atravesamos. Son éstos, los estadíos mentales los que nos hacen avanzar. Invasiones en el alma, rehenes de temores. Sentimientos venideros una vez más secuestran mi esencia. Y yo, ya no soy yo, y tampoco sé qué late en mis deseos. Mis latidos se pensaron, descienden lenta,ente hasta solidificar todos mis temores. Este paisaje ya cambió. Volví a mutar, a otra canción.

Viaje

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La forma de contemplar la cómoda liviandad, desdibujando el encuentro y la unión entre la luminosidad del lago y mi sentir. Suspiro la raíz que encuentro debajo de mis pies y me elevo, me aliviano entre el peso del ruido y el sonido de la calma. Yacen los momentos que incomodan, reposan en mis entrañas. Como un intento de respirar, me desprendo de todo lo que me rodea, destejo esta red de ideas e intento (intento) ser lenguaje de mis sentidos.