Noches de silencio
No dejarnos engañar, pues el silencio ya está aquí. Pasó por al lado mío y me rodeó. Ágil y ligero. Tan rápido fue, que desprevenida y entera, me desvistió. Hay una continuidad en sus pasos. - Ésto ya había pasado - pienso. ¿Lo oíste esta noche? Cuando quiere hacerse sentir, aturde, eso hay que reconocerlo. Vasto y despoblado, se me acerca y me cierra los ojos; me duerme. Hijo de todos los astros. El que rige e ilumina. Nos empapa de incertidumbre y me deshecha. No hacer de la distancia un alarde, escribo. ¿Es ésta la marca del desorden que nos une?