Tragedia

Tememos, por intuición tememos.
Tememos al ejercer del ego.
A coincidir con la trampa.
Tememos, porque la fuerza del exilio lo permite.
El temor, como alimento del alma lisiada.
El sabernos fragmentadxs.
El sabernos en kilómetros de extensión.
Este cuento que no acaba y este instinto por conservarnos conscientes.

¿Y si no?

No fue sólo la tragedia esta transformación.
Tampoco la ambición de nuestra sed.